Se ha anunciado en comparecencia de prensa, que los Presupuestos Generales del Estado para 2013 incluirán un impuesto medioambiental en línea con los existentes en otros países de la Unión y que todas las plusvalías generadas en el primer año tributarán al tipo marginal del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas.
Aúnque el Presidente ha afirmado que no se tocarán en los presupuestos de 2012 el IRPF ni el IVA, si que matizo, que respecto al primero, existia la posibilidad de aumentar el gravamen sobre las plusvalias y añadio que "en cuanto pueda bajaré el IRPF".
Por la tarde se reafirmaba en esa idea, en volver a la situación anterior a 2006, cuando los rendimientos del capital tributaban al mismo tipo impositivo en todos los casos, incluidas las que se obtuvieran de la venta de acciones compradas el mismo día.
Los tipos marginales de el IRPF van -desde el incremento transitorio introducido por el Gobierno de Rajoy- del 24,75% al 52%, mientras que los rendimientos del capital tributan desde el 1 de enero de este año hasta 6.000 euros, al 21%, hasta 24.000 euros, al 25% y a partir de 24.000 euros al 27%.
Esto supone que un contribuyente que tribute por el tipo marginal mínimo del 24,75% cuando obtenga plusvalías en un año tendrá que tributar a ese tipo, en lugar de al 21% actual. Esta medida pretende luchar contra los especuladores de la bolsa, ya que penaliza el mayor valor obtenido en operaciones a corto plazo y beneficia al ahorrador que busca en el mercado rendimientos mediante operaciones más "estables" por ser a más largo plazo.
El problema -al menos para algunos- es que si realmente se quiere volver a la situación que existía antes de la reforma de 2006 es que el incremento en la tributación afectará también a los intereses y a los dividendos.
Ya se ha producido numerosas criticas a esta medida, ya que , los expertos consideran que la subida perjudicará al minorista y restará negociación en la bolsa. Los sucesivos cambios en la tributación también dificultan la inversión y el ahorro a largo plazo.
"Aunque el objetivo es frenar la especulación, esta subida tiene fines recaudatorios y va a afectar claramente a la clase media que compra y vende en bolsa", valora Miguel Ángel Rodríguez, analista de XTB.
"Será una medida meramente recaudatoria y la efectividad de la misma no está clara, ya que la mayoría de las transacciones en nuestro mercado son producidas por inversores y fondos extranjeros, pero no cabe duda de que restará volumen a nuestro mercado y desincentivará la inversión", explica José Luis García, analista de Dif Broker.
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